El éxito de la serie ha tenido un impacto significativo en Tor, atrayendo a un gran número de turistas curiosos. Si bien esto ha sido beneficioso para la economía local, también ha traído desafíos y no ha sido recibido positivamente por todos los habitantes del pueblo. La infraestructura local no está preparada para manejar una gran afluencia de visitantes.
Valga como ejemplo del “fenómeno Tor” la popularidad de la Cueva de Josep Muntané «Sansa», que un usuario ha dado de alta en Google Maps como punto de interés. El aumento del tráfico peatonal y vehicular ha generado preocupaciones sobre la preservación del entorno y la calidad de vida de los residentes. Además, la falta de estacionamiento y servicios básicos puede causar inconvenientes tanto a los turistas como a los locales, subrayando la necesidad de una planificación y regulación adecuadas. Las propuestas más radicales para poner un freno a esta situación incluyen poner barreras o bloquear el acceso de vehículos motorizados, dejando pasar sólo las personas que tienen una reserva en un hotel o en un restaurante de la zona.
Hasta el momento, los propietarios de la montaña de Tor (recordemos que es un espacio privado) no han tomado medidas excepcionales, pero han recordado algunas normas importantes:
–>Velocidad máxima: se debe circular a un máximo de 10 km/h.
–>Residuos: está prohibido arrojar basura o abandonar residuos.
–>Acampada y circulación: no se puede acampar ni circular campo a través, incluyendo las zonas donde se han generado rodadas.
Estas reglas buscan preservar el entorno natural y mantener la integridad de este espacio tan especial y nosotros, desde el Hotel Segle XX de Tremp, animamos a todos nuestros clientes a cumplirlas escrupulosamente.